miércoles, 19 de octubre de 2011



¿Acaso hay que tener una razón para sonreír? Cuando voy por la calle sonriendo, o riendo, muchos me preguntan: "¿por qué tan contenta?". Y yo les digo: "¿tengo que tener una razón para hacerlo? Simplemente me gusta sonreír". Sonrían ustedes también. Sonrían como si no hubiera un mañana. Rían como chiflados, hasta que les digan locos y los miren raro. Y después de eso, siganlo haciendo, pero más aún. Regalen sonrias. ¿Por qué? Porque siempre hay razones para hacerlo, hasta cuando peor estas, y todo parece negativo e ir en contra tuyo. Sonreír hasta en los momentos malos es una gran virtud.

1 comentario:

  1. Muchas veces nos reimos porque somos felices, sin motivo, y nuestra locura es la envidia de los que no entienden esa risa
    Un beso

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